En este artículo aprenderás cómo hacer sardinas a la brasa de la manera más deliciosa posible. Cuando acabes te convertirás en el anfitrión supremo de cualquier fiesta con barbacoa.
Las sardinas a la brasa es un plato que directamente nos evoca al verano, al sonido del mar y a las reuniones de amigos y familia. Es un alimento muy consumido en nuestro país, el motivo no es solo su sabor, sino también sus numerosas propiedades y su precio tan asequible para todos los bolsillos.
La particularidad de su nombre, viene desde la gran isla italiana de Cerdeña, concretamente de las costas de Sardina.
Suelen medir como máximo unos 25 centímetros, aunque lo normal y lo que solemos ver en nuestro día a día son sardinas cuyo tamaño oscila entre los 15 y los 20 centímetros. Estos peces se alimentan sobre todo de seres pequeños como el plancton o de otros peces que se encuentren en estado larvario.
La sardina es un pescado perecedero, es decir, que deberemos consumirlo pocos días después de comprarlos, independientemente de si lo conservemos bien o incluso lo refrigeremos, ya que la humedad y la temperatura contribuyen a la rápida descomposición de este pescado.
Por este motivo, anteriormente solamente lo consumían de manera fresca los pueblos que se encontraban cerca de la costa. Aunque todo esto cambió cuando decidieron conservar las sardinas en frío o cubiertas en sal.
Tanto nos gusta en este país los productos procedentes del mar, que si investigamos un poco veremos que España es el tercer país europeo que más consume pescado.
Características nutricionales de las sardinas a la brasa
Si hablamos de sus cualidades nutricionales, podemos decir que una ración de sardinas aporta la cantidad exacta de ácidos grasos Omega 3 que una persona necesita para llegar a la totalidad de cantidad diaria recomendada.
También es importante destacar su alto contenido en fósforo, que al igual que los ácidos grasos Omega 3 mencionados anteriormente, cubren la cantidad exacta diaria recomendada.
Aumentar el consumo de pescado, sobre todo el azul, que es el más beneficioso, trae consigo algunas ventajas, como podrían ser: mejoras en el funcionamiento del corazón y su sistema circulatorio, la obtención de una gran fuente de vitaminas y minerales, aumento y desarrollo muscular, así como una ayuda extra para nuestra agilidad mental.
Los expertos en alimentación recomiendan la ingesta de pescado entre 2 y 3 veces a la semana, intercalando entre estos días el pescado blanco con el pescado azul.
La cantidad de calorías de las sardinas dependerá de la manera que tengas de prepararla, las mejores opciones serían a la plancha, al vapor, al horno o como veremos a continuación, a la brasa.
Ingredientes para preparar sardinas a la brasa
- Un kilo de sardinas
- Aceite de oliva virgen
- Sal gruesa
- Perejil
- Brasas
- Dos dientes de ajo
Las sardinas
Cuando llegue el momento de elegir las sardinas, tendrás que decantarte por las más frescas y de mejor calidad, ya que esto determinará el resultado final de nuestras sardinas a la brasa. Pero, ¿cómo sabemos si están frescas?, para ello tendremos que observar que los ojos de las sardinas no tengan sangre y que sean de color claro, casi plateado.
Las brasas
Que las brasas estén correctamente preparadas ayudará a que tu receta de sardinas a la brasa te quede como a un auténtico profesional. Te recomendamos usar brasas de madera en lugar de usar carbón y colocar una cantidad exacta para tapar completamente la superficie de la parrilla.
La temperatura perfecta para las sardinas a la brasa oscila entre los 180 °C y los 200 °C, pero nunca más de 200 °C, ya que podría afectar a la calidad del producto.
Procedimiento de las sardinas a la brasa
A continuación, pasaremos a conocer el procedimiento de preparación de este plato, además de con qué acompañar sardinas a la brasa:
- En primer lugar, es importante que se limpien bien las sardinas. Para ello abre con la ayuda de un cuchillo las sardinas por la mitad, para así poder limpiar las tripas con agua y con mayor facilidad.
- Tras esto, sacamos un bol y le añadimos perejil, dos cucharadas de aceite de oliva virgen y dos dientes de ajo. Pícalo todo con la ayuda de un mortero hasta que la mezcla quede lo más uniforme posible. Una vez que la salsa haya cogido consistencia y espesor, pasaremos a añadirle sal al gusto.
- Te recomendamos que pruebes la salsa para comprobar que está como a ti te gusta, ya que de no ser así podemos correr el riesgo de cargarnos la receta completa de las sardinas a la brasa.
- Una vez tengamos la salsa preparada, pasaremos a cocinar el ingrediente estrella de nuestro plato: las sardinas. Para ello, coloca las sardinas en la parrilla de forma vertical y cerca unas de otras. Como hemos mencionado anteriormente, la temperatura ideal de las brasas está entre los 180 °C y los 200 °C.
- Mientras las sardinas a la brasa se están cocinando, añádeles un poco de sal gruesa. Una vez pasados unos minutos dales la vuelta y vuelve a añadirles un poco más de sal. Este proceso tiene una duración muy breve, entre los 8 y los 10 minutos, aunque dependerá siempre del grosor de las sardinas.
- Por último, sirve las sardinas a la brasa en el plato que más te guste junto que la salsa que previamente hemos preparado. Llegados a este punto, lo único que te queda por hacer es disfrutar de este sano y delicioso plato que te convertirá en el mejor anfitrión de cualquier celebración.
Si quieres saber si un pescado está completamente cocido y listo para su consumo, te recomendamos que te fijes en los ojos de los ejemplares pequeños, si sus ojos comienzan a desligarse del pecado, significará que están perfectas para consumir.
Si, por el contrario, las sardinas tienen un tamaño superior, debes fijarte en la posición de la cabeza de la sardina, ya que si la tuerce en dirección hacia el cuerpo, casi separándose de este, significará que están listas para comer.
Esperamos que este artículo sobre cómo hacer sardinas a la brasa te haya ayudado a convertirte en un maestro de la cocina y un profesional de las recetas de pescado.
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